diumenge, 7 de desembre del 2014

02/12/14. Editorial. eleconomista. ¿Hay que rediseñar el gasto social? Los ricos reciben más prestaciones directas que los pobres

Benvolguts,
El professor Lluís Solà col·laborador assidu del GOAL aporta avui un article interessant: ¿Hay que rediseñar el gasto social? Los ricos reciben más prestaciones directas que los pobres.

Suposo que aquesta notícia i altres de la mateixa mena no us deuen venir de nou, sinó tot el contrari. En temps del Franco parlàvem del capitalisme salvatge, que es produïa a Espanya. Sembla que aquest terme s’ha oblidat però cal tornar-lo a revitalitzar perquè Espanya ha passat a l’estat de capitalisme salvatge amb tots els qualificatius afegits que calguin. Les darreres lleis sobre salaris, han fet passar els treballadors a la categoria de lumpen! Fa 8 o 10 anys hi havia molt menys atur i els treballadors eren “mileuristes”, tenien sous al voltant dels 1000€. Amb la crisi i encara que en puguem sortir, amb els consells de la CE, amb els homes de negre i amb la capacitat de robar de les elits extractives espanyoles, amb lleis que no tan sols els afavoreixen sinó que castiguen a la classe treballadora (que ara són classes mitjanes),  no hi ha sortida. Sembla mentida
que la classe treballadora no hagi organitzat una revolució en els darrers anys.
El primer acudit gràfic per traduir aquest fet és el que diu Qui de vosaltres vol treballat més barat que és de l’any 1995 i que il·lustra el free trade, el lliure comerç, l’escenari liberal.
El segon acudit és d’en Ferreres i explica com el servei domèstic mai havia estat tan barat, mostra que hi ha més oferta que demanda en tots els camps, mostra que hi ha molt atur...
Recordeu a més a més que tal com va explicar el professor Niño Becerra fa dos o tres dies per televisió, d’aquí a tres anys l’estat espanyol no podrà pagar ni pensions ni atur!

Font: Editorial. eleconomista.es
¿Hay que rediseñar el gasto social? Los ricos reciben más prestaciones directas que los pobres

    El gasto social en España se redistribuye mal por el diseño de las ayudas
    La dependencia de los ingresos durante la vida laboral acentúa la desigualdad
    Los países menos desiguales gastan más en servicios y menos en prestaciones

Según los últimos datos sobre gasto social publicados por la OCDE, en España el quintil (20% de la población) con más ingresos del país recibe una mayor parte del gasto social directo que el quintil de población con menos ingresos. Mientras que los hogares más ricos reciben casi un 30% del total de las ayudas sociales directas, los hogares con menos ingresos reciben alrededor de un 12% del total.

El problema es un diseño que depende demasiado del dinero aportado durante la vida laboral y un exceso de peso en las ayudas monetarias directas respecto a la dotación de servicios públicos (gasto social indirecto). La consecuencia es que el Estado redistribuye poco a través del denominado gasto social (pensiones, subsidio por desempleo, dependencia, ayudas por hijo, vivienda...)

Este fenómeno ocurre en todos los países mediterráneos, que incluso superan con creces a España en este aspecto: Grecia, Italia, Portugal y Turquía destinan más del 30% de sus beneficios sociales al quintil de los hogares con más renta, mientras que el quintil más pobre reciben solo el 10%.

En otro países como Australia, Noruega, Dinamarca o Reino Unido ocurre todo lo contrario, el porcentaje de beneficios sociales que va directo a los hogares con menos ingresos es muy superior al que reciben los hogares con mayores ingresos. Otro rasgo de los países más igualitarios es que la prestación de servicios sociales y sanitarios tiene un mayor peso en el gasto social que las prestaciones monetarias directas.

Línea azul (% de beneficio social para el quintil con menos ingresos) Rombo (%beneficios sociales para el quintil con más ingresos)

¿Por qué sucede esto?

Uno de los factores que puede 'justificar' esta desigualdad en algunos países mediterráneos como España reside en que los beneficios sociales dependen en buena medida de los ingresos generados durante la vida laboral, como por ejemplo las pensiones y el subsidio por desempleo.

Tanto unas como las otras varían según la capacidad de ingresos del perceptor de estas 'ayudas'. El nivel de ingresos de un empleado durante su participación en el mercado laboral está directamente relacionado con la pensión que recibirá en su jubilación.

Además, un aspecto importante a tener en cuenta a la hora de medir esta redistribución del gasto social es el hecho de que muchas políticas y ayudas están diseñadas para ser universales, lo que implica que los que las reciben no tienen que ser necesariamente pobres, recuerda la OCDE en su informe.

Ayudas con un objetivo definido

Los países que muestran una mayor redistribución del gasto social público, según la OCDE, suelen coincidir en dos factores: por un lado, el total del gasto público destinado a ayudas monetarias es mayor y por otro lado el grado de determinación de objetivos de los programas de gasto social. Es decir, gastan más, pero además gastan mejor.

Así, los países en los que los beneficios sociales se dirigen a evitar que los ingresos de las familias caigan de un determinado nivel (como las rentas de inserción) o en los que la recepción de ayudas depende del nivel de riqueza de aquellos que reciben los beneficios suelen tener una menor desigualdad a la hora de redistribuir el gasto social. En este sentido, en Reino Unido ya se ha planteado que los más ricos directamente no reciban la parte pública de sus pensiones.

Además, existen otros factores, como la participación del sector privado en algunos factores como el caso de las pensiones en el Reino Unido, cuya asignación publica por jubilado es independiente al salario (que percibió durante su etapa de ocupado), puesto que a parte de esa existe otro tipo de pensión 'privada' que ofrece la empresa a su trabajador y que sí está relacionada directamente con el salario que recibe mientras se mantiene como ocupado dentro del mercado laboral.

Por último, la desigualdad en el gasto público también depende de los sistemas impositivos. Como consecuencia de esto, EEUU, cuyo gasto social directo es muy bajo, es el segundo país de la OCDE que más gasta (después de Francia) si se tienen en cuenta los beneficios fiscales y deducciones cuyo objetivo es fomentar el gasto social privado.

Leer más:  ¿Hay que rediseñar el gasto social? Los ricos reciben más prestaciones directas que los pobres - elEconomista.es  http://www.eleconomista.es/espana/noticias/6293975/12/14/Los-hogares-mas-ricos-reciben-mas-beneficios-sociales-que-los-mas-pobres.html#Kku8gLQCoDW8RUPr

Lluís Solà
Professor Tutor d'Humanitats.UOC


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada